de sollozo y adversión.
Con ruboroso acento,
entona triste una canción:
"Miran la niña bailar,
mírala, que la están mirando.
Y mira que mira, miran,
el taconeo de sus pies descalzos".
Cuán melosa danza ígnea,
embelezada de dulzura.
Brisa marina que insta,
a convertir tu risa en la suya.
Sirena de mares del sur,
atardecer dorado de estrías.
Soliloquio sin estar tú,
Coloquio, en tu compañía...
No hay comentarios:
Publicar un comentario